Mientras aterriza en un aeropuerto europeo, Toru escucha una canción de los Beatles que lo hace retroceder a su juventud, al turbulento Tokio de los años sesenta. Recuerda entonces con melancolía a Naoko, la novia de su mejor amigo de la adolescencia. El suicidio de éste los distancia durante un año, hasta que se reencontraron e iniciaron una relación intima. Sin embargo, la aparición de otra mujer en su vida lleva a Toru a experimentar el deslumbramiento y el desengaño allí donde todo debería cobrar sentido: el sexo, el amor y la muerte.
Voy a ser sincera con respecto a este libro, me tomo un año entero volver a agarrarlo desde donde me quede, que fue la mitad del libro; es de esos casos extraños que lo dejas de leer por estar al pendiente de otros libros. Error. Cometí un gran error, porque el desenlace realmente es muy fluido.
No deje este libro porque fuera demasiado lento o muy difícil de leer, la verdad no se que me paso, aunque luego lo tuve desaparecido y me acordé de el al volverlo a encontrar, de modo que me dije que ya tenia que terminarlo.
El principio nos pinta como nos marca la sinopsis, Toru un joven estudiante universitario se ve separado de sus dos únicos amigos, en primera instancia porque su mejor amigo se suicida y en segunda, porque Naoko la novia de este, se aleja repentinamente de Toru, inmediatamente después de este suceso, que no solo marcara de por vida a ambos sino que a Naoko la afectara de una manera más profunda.
El inicio es sin duda entretenido, Toru nos va narrando su vida en la Universidad y como es el día a día en su dormitorio acompañado de su compañero de cuarto al que le apodan "Tropa de asalto"; un personaje secundario a mi parecer muy único y divertido. Los problemas empiezan a aparecerse a nuestro personaje principal tras la espontanea aparición de Naoko después de un año de la muerte de su mejor amigo, por lo que Toru tendrá que lidiar con los florecientes sentimientos hacia ella que había mantenido guardados todo este tiempo.
No obstante, no se le pinta nada fácil, puesto que Naoko se interna en una clase de psiquiátrico; y Toru se pondrá a la tarea de ayudarla en lo que pueda para que su relación con ella se logre tornar en algo más que una muy intima amistad, aunado a eso, aparece un personaje vivaz y refrescante, Midori, una compañera de clases, totalmente opuesta a Naoko que hará ver a Toru una perspectiva totalmente nueva de la vida, ofreciéndole otra opción de ser feliz.
El desenlace, a mi parecer es de lo mejor, hay cosas que de verdad no te esperas, y ese triangulo amoroso que pinta Murakami, es simplemente perfecto. Te hace reflexionar sobre cuestiones cotidianas y te adentra sin siquiera percibirlo a la mente del protagonista, haciéndote sentir de lleno sus emociones y miedos. Este autor me sorprendió bastante, por lo que espero pronto leer otra obra de él.
